En tiempos de adversidad es indispensable revisar nuestro plan
Revisar nuestro plan o nuestros planes es una de las claves más importantes para enfrentar exitosamente los tiempos de adversidades, como el que vivimos con el coronavirus.
Esta es la clave 2 de la capacitación que realizo en empresas desde hace casi una década, con el título Claves para el manejo efectivo de la adversidad.
Revisar el plan no es una acción obvia. Primero, porque no tenemos mucha cultura de hacer planes formales escritos. Segundo, las adversidades nos hacen olvidar nuestras fortalezas y hasta que tenemos un plan.
Adicionalmente, las adversidades repentinas nos hacen pensar que justo en esos momentos no tiene sentido la planificación.
Pero se trata de lo contrario. Si no tenemos una preparación previa, las adversidades también nos desmotivan, nos paralizan y pueden estancarnos.
Primero, necesitamos diferenciar la adversidad de la incertidumbre
Esta es la clave 1 del curso que mencioné antes y es fundamental.
Podemos decir que la adversidad es un obstáculo, un contratiempo o un inconveniente que se nos presenta en el camino hacia una meta determinada.
Pero la incertidumbre se refiere a la inseguridad, las dudas y la ansiedad que sentimos por si podremos superar ese obstáculo y seguir el rumbo hacia nuestra meta.
Es decir, sentimos incertidumbre como consecuencia de no saber si seremos efectivos con nuestras respuestas a las adversidades.
Entonces podemos decir que evitaremos sentir incertidumbre en la medida que nos ocupemos de resolver las dificultades para llegar a nuestra meta.
Ahora bien, para evitar sentir incertidumbre necesito preguntarme: ¿cuáles son mis opciones de acción frente a esa adversidad, según mi plan?
El valor de revisar nuestros planes
1. Necesitamos revisarlo para precisar en qué punto del camino estamos y recordar hacia dónde vamos.
Cuando refrescamos nuestras metas y objetivos, es mucho más fácil ver alternativas de acción para continuar con nuestro rumbo.
2. Al revisar nuestro plan, también podemos acordarnos de lo que teníamos previsto para dificultades similares a la que estamos enfrentado.
Este ejercicio nos hace recordar nuestras fortalezas y los recursos que están a nuestro alcance para estos casos.
3. Es probable que revisando el plan encontremos que la adversidad representa una buena oportunidad para actualizarlo.
A lo mejor la nueva situación implica que modifiquemos las prioridades y necesitemos ajustar el plan, un poco o mucho.
Revisar nuestro plan frente al comienzo de una crisis
¿Ejemplo de crisis? El coronavirus. Súbitamente el mundo entró en un trance de salud sin precedentes, las economías de los países se redujeron al mínimo y se paralizaron muchas empresas.
Los riesgos de contagio cambiaron muchas condiciones para trabajar y es lógico. El precio de no tomar medidas de seguridad era muy alto.
Ahora bien, “preservar la vida” no es algo que la mayoría se plantee como objetivo todos los días. Sino que lo asumimos cotidianamente de manera tácita (inconsciente).
Sin embargo, la pandemia convirtió la preservación de la vida en una prioridad esencial.
En todo caso, un cambio de prioridad no significa necesariamente un cambio total de plan. Siempre podemos hacer ajustes tácticos y desvíos en el camino, manteniendo el rumbo hacia nuestra meta.
Cuando tienes un plan formal en un documento escrito es más fácil ver astas diferencias. Por eso es tan importante contar con esta herramienta.
Hacer una pausa para planificar es indispensable
La angustia y el miedo en situaciones de crisis puede hacernos pensar que la urgencia no da tiempo para planificar, o no tiene sentido hacerlo porque no se puede prever nada.
Pero lo que necesitamos hacer es justo lo contrario. Revisar el plan que teníamos o crear uno nuevo es fundamental, porque es una manera efectiva de oxigenar nuestra mente.
En una crisis como esta es indispensable detenerse para diseñar respuestas efectivas a los nuevos desafíos.
Planificar en este momento implica el reto de identificar ¿qué podemos hacer con lo que tenemos para seguir nuestro rumbo?
Y mientras más detalles tenga nuestra respuesta a esa pregunta, más oportunidades tendremos de enfocarnos con disciplina hacia nuestras metas.
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Lo mas interesante que lei en esta articulo fue el hecho de que la gente le cuesta mucho planificar. Nuestra cultura no es muy planificadora que digamos. En este sentido la pregunta seria : ¿Como vender los beneficios de la Planificación? Y la respuesta que se me viene a la mente es dando el ejemplo, haciéndolo fácil, divertido, dinámico; mostrando resultados. ¿Habrá alguna otra manera?
Gracias por los detalles en tu comentario, Ghessy. Sin dudas estás bien encaminada en el proceso de brindar un apoyo efectivo a tu equipo. Además, tienes la fortaleza de asumir el servicio con gusto. Es una gran ventaja. Con respecto a Internet, sugiero que el plan se base (en la medida de lo posible) en la preferencia o posibilidad de cada asesor. Así que, hay que consultarles y evaluar con ellos los pros y los contras de las opciones. Seguramente ya los consultaste, pero quizás no te enfocaste en las posibilidades, porque sigues viendo lo de Internet como una falta… Saludos.
Hola JC. Con el Coronavirus, como dices tu, primero preservar la vida, guardar la cuarentena y las medidas de higiene y seguridad. Replantear el plan es preparar a los asesores para trabajar desde sus casas, con sus clientes. También hay que usar las redes, celulares para seguir con el trabajo. Apoyarlos semanalmente con sus clientes y con sus adversidades, y guiarlos a conseguir soluciones. En fin, es volver al plan y adaptarlo a la situación para poder seguir hacia la meta. Lo que no he podido manejar, es la falta de Internet, que algunos de mis asesores los tiene frustrados y paralizados. Ahí no los puedo ayudar.
Jackeline, te felicito por hacer el ejercicio que sugerí en el curso. Y me parece admirable lo integral de las respuestas que has estado construyendo. Gracias por tu tiempo. Saludos.
Acá en Venezuela, en la ciudad donde vivo, tuve que ajustar el tema de surtir la gasolina para el auto, jeje, de manera eficaz y eficientemente. Además de, en lo posible, actualizarme en el uso de las redes sociales. Y desde allí poder seguir ofreciendo mis servicios inmobiliarios. mientras cumplo con el deber de mantenerme unida a mi familia distanciados geográficamente.