Audrey Hepburn: quien no cree en los milagros, no es realista
Me gusta mucho esta idea de la leyenda británica de la época dorada de Hollywood, Audrey Hepburn. Es una invitación a reflexionar sobre lo que es un milagro y lo que significa ser realista.
La primera definición de «milagro» que encontrarás en el DRAE, es: «Hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino».
Quizás es el significado que más se le da a esta palabra. Pero la segunda definición del DRAE me gusta más: «Suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa.»
Desde esta perspectiva, ¿no es un milagro alcanzar una meta personal que en un principio no parecía lógica y «realista»?
Wayne Dyer, psicólogo y reconocido escritor estadounidense, planteó el tema de esta manera: «El progreso, tanto el tuyo propio como del mundo, depende de la gente irracional y no de la gente que se adapta a la sociedad y acepta todo lo que se pone en su camino.»
Es decir, la gente «realista» puede ser el mayor freno para la innovación, la creatividad y el progreso, tanto de manera personal como colectivo.
Por otro lado, debo decir que comprendo y comparto el sentido de la palabra «realista» cuando se utiliza como una advertencia para no engañarnos. Pero creer en milagros no es un acto de irracionalidad o una actitud voluntarista.
Creo que el efecto de la palabra «realismo», la mayoría de las veces, es más negativo que positivo, porque nos sabotea la capacidad de proponernos grandes retos y hacer un esfuerzo superior para lograrlos.
¿Cuántas veces «ser realista» nos lleva a ser conformistas y apáticos, o ser complacientes con la mediocridad?
¿Cuántas veces «ser realista» es sólo la justificación para rendirnos frente a los obstáculos, o tirar la toalla antes de luchar?
¿Cuántas veces «ser realista» es simplemente la excusa «objetiva para quedarnos en nuestra zona de confort y dejar de aprender?
También me gusta mucho la forma en que Federico Fellini, reconocido director de cine italiano, se refiere al mismo asunto: «El único realista de verdad es el visionario». Alguien que se adelanta a su tiempo o tiene una visión de futuro para la cual trabaja con empeño.
Pero los visionarios saben que la «realidad» que ellos imaginan posible no es evidente para otras personas. Por el contrario, el visionario que cree en milagros suele ser catalogado de loco y fantaseoso.
Como puedes ver, el significado de la palabra «milagro» o «» es relativa, depende de tus creencias, de tus valores, de tus paradigmas.
Por mi parte, me siento agradecido con todos los grandes innovadores, inventores y emprendedores de la historia por no ser «realistas». Ellos desafiaron el statu quo, «la realidad», y generaron progreso.
Gracias a que ellos creyeron en la extraordinaria capacidad creativa de los seres humanos y fueron más allá de lo que se consideraba «realidad», hoy disfrutamos grandes avances del conocimiento en todas las áreas.
Me hubiera gustado ver los ojos de Audrey Hepburn diciendo «quien no cree en los milagros, no es realista», porque ella misma fue un buen ejemplo de tenacidad con su trabajo.
Así que aprovecho esta oportunidad para darle las gracias a Audrey por recordarnos la importancia de creer en los milagros, como una afortunada condición para «autoexigirnos» metas más altas de las que el realismo puede comprender.
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