Las ventajas de saber a dónde vas
El admirado filósofo romano Séneca decía que ningún viento es favorable para quien no sabe a qué puerto se encamina. Y creo que es una idea formidable para ilustrar la importancia de tener una visión de futuro y saber hacia dónde vas.
Fijar un rumbo, tan claro como sea posible, es lo que permite percibir las oportunidades y las ventajas en un momento determinado.
En otras palabras, el que sabe a dónde va tiene más suerte, porque su sentido de dirección le permite enfocarse en su camino y aprovechar mejor su esfuerzo y energía. Es decir, la «suerte» le llega más fácilmente a quien tiene más claridad sobre el puerto al que se dirige.
Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. Especialmente en momentos de muchas dificultades en el entorno.
Las obstáculos externos tienen la tendencia a presionarnos con necesidades de corto plazo, inmediatas. Por lo cual es comprensible que perdamos de vista el puerto al que nos estamos dirigiendo.
Esta es una de las razones por las cuales se escucha mucho en gerencia que «lo urgente mata lo importante».
Pero contar con una visión de futuro significa tener claridad del motivo del esfuerzo. Ahí está, precisamente, la fuerza de la automotivación. Por lo tanto, mientras más clara se defina una meta, más motivados estaremos en hacer el esfuerzo que haga falta para alcanzarla.
No importa si la visión de futuro que definamos no es «realista» o parezca irrealizable. Siempre llega más lejos y más rápido quien la tiene que quien no la tiene.
Dice Laura Esquivel en su libro «Como agua para chocolate»:
«El secreto de la existencia humana no consiste sólo en poseer la vida, sino también en tener un motivo para vivir. El hombre que no tenga una idea clara de la finalidad de la vida, preferirá renunciar a ella aunque esté rodeado de montones de pan y se destruirá a si mismo antes que permanecer en este mundo.»
El poder de una visión de futuro.
En la mente, una visión de futuro funciona como una especie de soga que uno lanza desde la orilla de un río para cruzar hasta la otra orilla. Es una herramienta que nos ayuda a mantener nuestro rumbo, a pesar de que la corriente del río intente arrastrarnos en otra dirección.
Una visión de futuro hace las veces de una brújula mental. Esta nos facilita ubicarnos en donde estamos y hacia dónde debemos dirigirnos para llegar a nuestro destino, aunque tengamos obstáculos que no nos permitan ver hacia adelante.
Si estás en alta mar sin brújula (o GPS), siempre te será mucho más difícil llegar a donde vas. Quizás sepas navegar con las estrellas, pero eso solo te funcionará de noche y con el cielo despejado.
Pero cuando tienes tu visión de futuro, tu brújula mental, no solo las estrellas te resultan más útiles, sino que sabrás mejor hacia dónde debes apuntar el timón cuando llega el viento.
El poder de una visión de futuro funciona para navegar en el mar o en el aire, como es el caso del parapente de la imagen.
Para ampliar tus conocimientos sobre la importancia de contar con una visión de futuro, te invito a que leas:
• 5 Claves para enfrentar la adversidad y la incertidumbre.
• ¿Quién se cansa más rápido y deja de perseverar?
• 9 Cosas que la gente exitosa hace diferente.
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El poder que tiene el mantenerse con una visión. Es una herramienta que nos ayuda a enfocarnos y mantener el rumbo hacia el objetivo que queremos lograr. Es como dice la lectura es como una brújula mental que nos indica donde estamos y hacia donde queremos ir.
Tener una visión a futuro en el ámbito inmobiliario es como tener un mapa que guía hacia el éxito y la prosperidad en un mercado dinámico y desafiante. Saber a dónde vamos tiene una serie de ventajas significativas que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en este sector altamente competitivo.
La vida es como un río fluye constantemente, renovándose y cambiando de curso. En este río de la vida, nuestra visión de futuro no es una tabla de piedra, sino una brújula flexible que nos guía como lo dice en este artículo de reflexión. El tema es saber como adaptarse al cambio, es clave para navegar por este río. No podemos controlar la corriente, pero sí podemos ajustar nuestras velas y tomar decisiones estratégicas para mantener el rumbo hacia nuestros objetivos.
Dejar pasar el tiempo es perderlo, lo mejor es fijar el rumbo hasta un destino y lograrlo.
Tener visión de futuro, es una herramienta poderosa, fundamental y motivacional, saber donde estamos y hacia donde vamos , fijar un rumbo, mantenernos enfocados y no sucumbir ante las necesidades urgentes que nos aparten de nuestros objetivos y metas definidos claramente , nos permitirá percibir las oportunidades y las ventajas en un momento determinado.
Somos como un barco navegando en el mar, si no usamos una brújula ni sabemos donde vamos no nos queda mas que perdernos a la deriva o naufragar, si no nos fijamos metas no llegaremos al objetivo. Es importante tener las metas claras viviendo en el presente con mira hacia el futuro y lo que queremos lograr. Así a pesar de las adversidades podremos buscar soluciones y ver las cosas de manera mas sencilla.
Al tener los objetivos claros se aprovechan las oportunidades que se nos presentan, vencemos los obstáculos del camino, manteniendo una visión de futuro, identificando hacia dónde vamos.
Para mi saber, el reto es tener una planificación y saber cual es nuestro norte. De aquí parte la ventaja de saber a dónde vas. Tener ese plan nos permite estar enfocados en un rumbo hacia el éxito.
Tener visión de futuro es un aspecto clave que todo ser humano debería tener, tal cual como comenta el articulo. Parece fácil pero realmente no lo es. Es probable que la gran mayoría de las personas no tenga una visión clara de futuro. Simplemente van día a día haciendo lo que tengan que hacer para resolver.
Visión del futuro, objetivo claro, meta clara… Pienso que tener esto precisado nos ayuda a llegar más rápido. Pero también agrego que el motivo + la disciplina + la motivación son las energías que nos ayudarán a lograr todo! Excelente artículo.
La motivación siempre nos lleva a hacer cosas extraordinarias, nos lleva a enfrentar retos y a superarnos con el fin de hacer las cosas cada vez mejor. La autoconfianza es determinante para conocer y aprovechar al máximo nuestras habilidades y capacidades.
Efectivamente, Claudia. La motivación y la confianza en nosotros mismos es una consecuencia, o una derivación, de tener metas claras. Este es el punto de partida. Gracias por escribir.
Juan Carlos, una vez más agradezco la oportunidad que nos brindas en esta capacitación. Muy oportunas las lecturas. En particular esta lectura nos enfatiza sobre la importancia de tener una visión clara de nuestros objetivos, de enfocarnos y concentrar nuestras energías en lograrlos y de escoger la herramienta adecuada para alcanzarlo. ¿Lo lograremos? Es lo mas probable, porque tenemos clara la dirección de a dónde queremos ir. Los tropiezos siempre estarán, pero la motivación echa la mano para levantarnos y seguir. Me encantó la reflexión de nuestro existir como seres humanos.
Saludos, María Teresa. Me alegra que te resulte productivo este contenido. Saber a dónde vamos, con claridad, nos facilita muchas acciones y decisiones en el camino.
Juan Carlos, me encantó. Tal como dice la autora del libro «Como agua para chocolate», el secreto de la existencia humana consiste no solo en tener la vida sino en tener un motivo para vivir. En principio, para mi solo el hecho de tener vida, es un privilegio y agradezco a Dios. Siempre tenemos motivos para agradecer la vida, la familia y la buenas oportunidades. Pese a cualquier adversidad, siempre habrá obstáculos. Importante es saber hacia dónde queremos ir y trabaja en función de ello. Así aprovechamos cada circunstancia a nuestro favor.
Estimada Claudia, creo que la energía que está invirtiendo en tu capacitación es buen ejemplo de las ventajas de saber a dónde vas. Te agradezco que cites a Laura Esquivel: me encanta su libro.
Muy buen artículo. Podemos decir que la motivación es el norte que nos llevará a luchar ante cualquier adversidad o cambiar la estrategia hasta cumplir nuestro objetivo, propósito o meta.
Saber a dónde vamos tiene un gran efecto motivador. Es algo que funciona como un GPS: si nos extraviamos en el camino hacia un objetivo, nos resulta fácil retomar el rumbo. Por lo tanto, estar desmotivados en un momento dado es un buen indicador de que quizás hayamos olvidado el objetivo hacia dónde íbamos, o se haya nublado, o haya cambiado su importancia.
Saber hacia dónde vamos nos permite atender adversidades predecibles que nos puedan alejar de nuestro camino. Se refuerza cada vez más el tener una visión sistémica que tener una visión simplista de una situación en particular.
En palabras simples: los objetivos claros, bien definidos, son los motivadores más potentes.
Sin dudas, un artículo para reflexionar. Sobre todo del sentido de nuestra existencia en este mundo. A veces nos detenemos a pensar solo en los objetivos de cómo ser productivo y no tener un objetivo de vida.
Exactamente, Mayra. Los objetivos de trabajo deberían estar alineados con los objetivos de vida. De lo contrario, podemos tener grandes logros profesionales, pero sin salud ni felicidad.
Estupendo artículo para reflexionar y siempre tenerlo presente.
Muy buena la bibliografía.
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