Paradigmas sobre el aprendizaje en la educación tradicional

Ken Robinson se ha especializado en el tema educativo. Lleva 3 décadas trabajando en asuntos relacionados con la creatividad, la calidad de la enseñanza, la innovación y los recursos humanos.

Robinson sostiene que lo que nos impulsa al éxito personal es la interrelación entre el talento, la pasión, la actitud y la oportunidad. Yo me refiero a la relación entre estos aspectos como la consecuencia de la comprensión y el manejo de los propios paradigmas.

Y nuestros paradigmas están determinados, en una gran medida, por la forma en que hemos sido educados, y por los aprendizajes que escogemos para enfrentarnos al mundo. En palabras más sencillas, el mismo vaso con agua podemos verlo medio lleno o medio vacío.

¿Cuánto influye la educación que hemos tenido en nuestra forma de ver, percibir y actuar con el mundo?

Me gusta pensar en la respuesta a esta pregunta, viendo este video, en el que puedes escuchar a Ken Robinson, ofreciendo una gran cantidad de referencias de mucho valor:

Este video fue realizado por The Royal Society for the encouragement of Arts (RSA), en el año 2010. Y es un gran aporte para reflexionar sobre las tradicionales dicotomías educativas.

¿Tiene sentido contraponer lo académico contra lo no académico?

¿Nos resulta productivo insistir en la supuesta contradicción que hay entre el valor del aprendizaje teórico y el práctico?

Cada uno de estos aspectos tiene su justa importancia en cada momento determinado. Y el alcance de la utilidad de uno depende de la presencia del otro.

Cuando se comprende realmente el fenómeno de los paradigmas y los efectos que puede producir, se descubre que no sólo hay que cambiar radicalmente algunos paradigas, otros hay que aprovecharlos tal como están y otros sólo necesitan evolucionar con algunos ajustes.

Después de ver el video, seguramente recordarás que es difícil obtener resultados distintos mientras siempre se hace lo mismo.

Pero también muchos procesos de cambios exitosos han sido posibles por ser dirigidos por personas que comprendieron la imprtancia de sumar pequeñísimos cambios, con constancia.

Al igual que los paradigmas que privaron en la concepción de la educación en el siglo XIX, todos los días enfrentamos la dificultad de avanzar frente a ciertos retos, porque tratamos de usar viejas soluciones que en algún momento perdieron validez.

¿Necesitamos ejercitar más la flexibilidad en la manera de pensar?

Quizás necesitamos usar con más frecuencia un colirio que nos ayude a pensar mejor en el futuro…

¿Cómo lo ves tu?

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