Dudar es clave para aprender porque es parte del pensamiento crítico
Dice el maestro Octavio Paz: «Aprender a dudar es aprender a pensar», y que oportuno es recordarlo en todo momento. Es un ejercicio clave para el pensamiento crítico.
En esta idea, dudar es búsqueda de entendimiento, búsqueda de comprensión, búsqueda de más conocimiento sobre el trasfondo de algo.
En otras palabras, dudar es lo que hace una persona que quiere ir más allá de lo aparente y que no se conforma con solo ver la punta del iceberg, sino que tiene sed de comprender lo que pasa en el fondo y el por qué de las cosas.
En este sentido, reivindicar la duda como lo propone Octavio Paz es reivindicar el esfuerzo consciente de quien quiere saber más sobre algo porque no lo acepta sin pensar la primera versión que encuentra de una información.
Dudar buscando aprender no significa debilidad
Aquí dudar no es sinónimo de falta de carácter, sino sed de más conocimiento. Dudar como camino para aprender a pensar, tampoco es sinónimo de inseguridad en la personalidad o falta de autoestima.
Dudar para ampliar el pensamiento es el reflejo de una mente segura de querer más, de saber más, de conocer más sobre el mundo que la rodea, para transitarlo mejor, o para mejorarlo, o para transformarlo.
Pero Octavio Paz va aún más allá cuando habla de aprender a dudar. Este Premio Nobel de Literatura en 1990 nos plantea que se trata de una habilidad que podemos adquirir y desarrollar.
Dudar es formularnos preguntas
Así pues, aprendemos a dudar cuando nos atrevemos a formular preguntas, a nosotros mismos a o a los demás; preguntas que nos permiten avanzar.
A veces preguntas «simples», aparentemente «tontas», pero que pocos se atreven a hacer porque dudar significa asumir el riesgo de parecer ignorante.
Octavio Paz nos propone una visión de la duda como uno de los músculos vitales para el desarrollo de la capacidad de pensar, de crear, de innovar, de aprender.
Aprender a dudar es un reto tan fascinante como aprender a pensar, porque nos permite descubrir diversas maneras de abrir la mente para enfrentar nuevas ideas y nuevos paradigmas, o fenómenos y sucesos que inicialmente no comprendemos.
Dudar nos permite desarrollar el pensamiento crítico
Dudar para aprender a pensar es también una estrategia para ampliar nuestra habilidad de buscar, de explorar y de ver el mundo con ojos frescos, controlando los prejuicios y abriendo el alma a pensamientos diferentes o divergentes.
Es oportuno tener presente que aprender a dudar, como cualquier otra habilidad valiosa, requiere de coraje para enfrentar prejuicios sociales, donde dudar no es visto como una fortaleza.
Cuando el pensamiento dominante es autoritario, arrogante, prepotente y escaso de humildad, dudar es una debilidad.
La habilidad de dudar para pensar es castigada cada vez que respondemos a nuestros hijos con un «si, porque sí», o un «sí, porque lo digo yo».
Podemos canalizar esa permanente sed de conocimiento de nuestros niños ayudándolos a pensar y expresarse mejor, respondiéndoles con preguntas como «¿por qué crees que eso es así?» o «¿por qué te interesa saber más sobre eso?».
En las empresas también se castiga la habilidad de dudar cuando se burlan de las personas que piensan diferente, o que que tienen ideas desafiantes del estatus quo, o cuando se responde con el típico «aquí siempre hemos hecho las cosas así y han funcionado».
Recuerda, aprender a dudar para pensar mejor requiere de coraje y es tu decisión.
Te invito a ejercitar de inmediato el aprender a dudar y busca más información sobre el maestro Octavio Paz.
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