El conocimiento es poder (si se pone en práctica)
“El conocimiento es poder” es uno de esos refranes que refleja la sabiduría popular. Sin embargo, se asume que el conocimiento siempre se lleva a la práctica. Pero la realidad es diferente.
“El conocimiento es poder” es uno de esos refranes que refleja la sabiduría popular. Sin embargo, se asume que el conocimiento siempre se lleva a la práctica. Pero la realidad es diferente.
El sesgo del sobreviviente es un tipo de razonamiento que se enfoca en las cosas o las personas que superan un proceso de selección, dejando afuera aquellas que no lo hacen.
Este sesgo consiste en una manera de ver y analizar un fenómeno, una situación o un reto, que puede conllevar a conclusiones y decisiones superficiales o erróneas.
Mantener fresca la actitud es uno de los retos más importantes para el trabajo y la vida en general, porque a las personas nos resulta fácil y natural perder la frescura. Las rutinas laborales pueden mecanizarnos muy rápido. Compruébalo con esta historia.
El profesor y empresario Xavier Ferràs Hernàndez ha escrito un interesante compendio de casos en los que se hicieron innovaciones tecnológicas que parecian imposibles en su momento.
Estos casos son excelentes ejemplos del efecto que tienen los paradigmas en nuestra capacidad de percibir oportunidades: lo que es imposible en el marco de un esquema mental, es posible con otra manera de pensar.
Esta excelente fábula ejemplifica los efectos positivos o negativos que pueden tener los paradigmas en nuestras vidas.
La conseguí casualmente en el Blog de Sonia Rodríguez Muriel. Ella la utiliza muy bien para mostrar lo perjudicial que puede ser etiquetar a las personas (calificarlas) y la necesidad de reivindicar la diversidad humana.
Las creencias y las costumbres son paradigmas que, dependiendo de su grado de rigidez, pueden tener efectos positivos o negativos en nuestras vidas.
Como esquemas mentales, los paradigmas pueden servirnos en un momento determinado para enfrentar exitosamente cualquier situación.
La fábula de los 2 monjes puede ayudar a ejemplificar el significado que le podemos dar a las experiencias del pasado.
Se trata de la historia de Tanzan y Ekido, dos monjes budistas que peregrinaban por un sendero rural anegado a causa de la lluvia.
Llegaron a la orilla de un río que estaba crecido y se encontraron con una muchacha, quien no sabía que hacer para cruzar el río sin mojar su fino kimono.
Me encantan las historias de paradigmas porque tienen una gran fuerza didáctica, y pueden simplificar fenómenos complejos como el de la comunicación humana.
En estos días conseguí la siguiente:
Primero encontré estas historias entre correos electrónicos casuales, y después las ví en algunos sitios web que no ofrecían referencias para validar su autor o veracidad. Me atreví a editarlas con el espíritu de este Blog porque creo que su utilidad reflexiva va más allá de estos «formalismos».
Imagina que conduces un autobús con muchos pasajeros.
Imagina también que los pasajeros son pensamientos, sentimientos, recuerdos y todas esas ideas y emociones que uno tiene en la mente y en la vida.
En este caso se trata de un autobús muy particular, que tiene una única puerta de entrada. Sólo se puede entrar al autobús, pero no se puede salir de él.