El futuro es un lugar que estamos creando en el presente
El futuro es una de las cosas en las que más necesitamos pensar en situaciones de adversidad, porque puede ayudarnos transformar las angustias del presente.
Pensar en el futuro es una de las tareas más importantes que necesitamos aprender, puesto que ahí pasaremos el resto de nuestras vidas.
La incertidumbre atrapa nuestra atención
Si en una crisis nos enfocamos en la incertidumbre sobre lo que pasará, o el no saber hasta cuándo durarán las dificultades, tendremos la angustia que se deriva de la falta de seguridad (la cual es la primera necesidad no fisiológica en la Pirámide de Maslow.
Por eso me resultan tan interesantes las palabras de John Schaar, erudito de teorías políticas y profesor emérito en la Universidad de California (Santa Cruz, USA):
«El futuro no es un lugar al que nos dirigimos, sino uno que estamos creando.
Por eso las sendas no se encuentran, sino que se construyen.
Y el hecho de construirlas cambia tanto al constructor como su destino final.»
Pensar en el futuro como lugar de destino nos hace enfocarnos en las limitaciones y los aspectos que no podemos controlar.
Tenemos la opción de pensar que ya estamos construyendo el futuro
Schaar nos propone pensar en el futuro en términos de que “no es el resultado de elecciones entre caminos alternativos ofrecidos por el presente”, sino que es un lugar que vamos creando desde el presente.
Primero, creamos el futuro en nuestra mente y voluntad. Después, los creamos con las decisiones y acciones cotidianas.
En tal sentido, en caso de no tener un plan, creo un futuro; pero si lo tengo, creo otro.
Tener un plan nos ayuda a enfocarnos mejor
El futuro lo podemos crear con un plan en el que cada acto, cada decisión y cada pensamiento puede acercarnos o alejarnos a él.
Se trata de algo que depende de nosotros y de en qué nos enfocamos en el presente.
Esto no quiere decir que las dificultades del presente no sean importantes, o que los complejos factores externos no influyan en nuestro camino.
El asunto es que no tenemos control sobre esas variables externas.
Las posibilidades están en lo que está a nuestro alcance
Por tal razón, la idea de Schaar es una invitación a abordar la adversidad enfocando nuestra energía en lo que sí podemos controlar.
¿Qué está al alcance de nuestro control?
Pues la forma de ver el presente, analizarlo y actuar en él, según el futuro que queremos construir, conformado por:
• Las metas que nos hemos propuesto; y
• El plan que hemos diseñado para llegar hasta esas metas.
Desde esta perspectiva, enfocarnos en lo que controlamos tiene el poder de transformar nuestras angustias del presente pensando en lo que sí podemos controlar y hacer por nuestro bienestar.
¿Qué mas controlamos?
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